Alguien que celebre sinceramente cada uno de nuestros logros.
Alguien que quiera acompañarnos tanto en los momentos fáciles como en los difíciles.
Alguien que disfrute de nuestra compañía sin pretender ponernos en la lista de sus posesiones.
Alguien por quien nos sigamos sintiendo queridos aun en los desencuentros, aun después de esos momentos de discusión o de enfado.
Una persona, cuyo bienestar siga importándonos, aun cuando furiosa por alguna razón o cegada por el enfado, nos asegure que ya no nos quiere; aun cuando lastimada y dolorida, se empeñe en prometer que jamas nos perdonará. Y nos perdone al fin.
Ese es, ese tiene que ser mi amor Ciego, si ve otras cosas no es amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario